Puebla te da a conocer su patrimonio cultural sobre sus casonas y templos religiosos a través de su historia.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
Casa de la China Poblana
Catarina de San Juan era el nombre cristiano que le impusieron con las aguas bautismales a la que en realidad se llamaba Mirrha Natural del Gran Mogor, como se le conocia a la india Oriental y fue una de las muchas victimas de los traficantes de esclavos que incursionaban en tierras asiáticas y africanas para secuestrar a su población y venderlos al servicio doméstico o bien para el trabajo despiadado de los ingenios y las minas. Las doncellas asiáticas como Mirrha, eran especialmente apreciadas y traídas bajo encargo para el servicio doméstico de las casas señoriales y algunas, por su despierto intelecto, sumisión y obediencia llegaban a ser consideradas como damas de compañía de las señoras de casa.
Catarina de San Juan, que debió haber nacido alrededor de 1610 fue comprada en Acapulco por el capitán Portugués Miguel de Sosa para el servicio de su casa en Puebla. Al morir el capitán sin descendencia, su mujer Margarita de Chávez decide tomar los hábitos de religiosa y renunciar a los bienes temporales que poseía vendiendo algunos de ellos y regalando otros más. Catarina a quien le regala la libertad, pasa a ser protegida por el padre Pedro Suárez, quien para asegurar su futuro la hace casar con otro esclavo chino que tenía, de nombre Domingo, llevando con él una vida matrimonial apacible y casta por voluntad de ambos cónyuges. Al quedar nuevamente desamparada fue recibida en la casa del capitán Castillo de Altra donde vivió con fama de santidad hasta su muerte, acaecida en 1688.
Desde luego Catarina de San Juan nada tuvo que ver con la imagen de la china que se difundió dos siglos después con el vestido multicolor bordado con chaquira y lentejuela estampado con símbolos nacionalistas después.
El inmueble histórico es una joya arquitectónica del siglo XVII y se distingue por su hermoso blacón esquinado, acaso el más hermoso de los nueve balcones de este tipo y época que se conservan en la ciudad, los que vinieron a ser una variante decorativa en el diseño de las fachadas civiles de Puebla, modalidad estilística introducida por el arquitecto Pedro López Florín.
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