El inmueble estuvo marcado en la nomenclatura antigua con el numero 2 de las calles que a finales del siglo XIX llevo el nombre de "Sola de la concordia", llamada antes calle del costado de la iglesia del oratorio de San Felipe Neri, por la congregación de sacerdotes que en dicha iglesia fue fundada en 1657 por el ilustre obispo Diego Osorio de Escobar y Llamas y mas antiguamente conocida por "calle de la Santa Veracruz", nombre original que desde el siglo XVI tuvo el templo que hoy llaman con el nombre genérico de "La concordia".
La finca perteneció al conjunto conventual femenino de "La Limpia Concepción de Nuestra Señora", fundada en 1596 bajo la misma advocación mariana que en la ciudad de Puebla celebrada la Santa Iglesia Catedral, el hospital de San Juan de Letrán y la seráfica orden de San Francisco.
Al ser únicamente dos las casas habitación que existían que existían en esta calle, dominada por una parte por la Congregación de San Felipe Neri y por la otra por "LA Limpia Concepción", se decía se decía con frecuencia que estaban edificadas en la "calle Sola", situación que cambio radicalmente al mediar el sigo XIX, cuando los inmuebles de las corporaciones religiosas fueron enajenados por el Supremo Gobierno del Estado, en cumplimiento de la Ley de desamortización de comunidades y corporaciones religiosas de 1857 y la propiedad fue adjudicada al señor Joaquin Goytia, quien declino sus derechos de posesión a favor del comerciante Felipe Becker.
Al quebrar, en 1872, l compañía formada por el señor Becker y ser liquidada al mismo tiempo la firma francesa por la nueva sociedad denominada "Hayed Hermanos y Azemard", se le adjudicaron varios inmuebles por el valor de 15 500 pesos; y de ellos, la Casa de Sola garantizo solo 2 500 pesos del adeudo total contraído.
El siguiente propietario de la finca fue el acaudalado veracruzano Jorge de a Serna y Barros, quien de esta manera llegaría a sumar diecinueve el numero de sus propiedades inmobiliarias en la ciudad de Puebla. A su muerte, pasaría a su viuda, la señora doña Ana Campbell y después de ella la heredaría Jorge de la Sierra y Campbell, uno de sus siete hijos , quien la perdería a favor del licenciado Pedro Collantes, por imncumplimiento de pago de un crédito hipotecario contraído por el mismo.
En esta época, Eduardo G. de Cosió, perito valuador, describió la casa de dos niveles, diciendo que tenia su entrada principal por un zaguán que comunicaba con el patio en el que existía un paletón que recibía agua corriente. La planta baja contaba además con la sala, dos recamaras, comedor, cocina, caballeriza, común (sanitario), cuarto de portero y escalera de mampostería que daba acceso a la planta alta y que contenía una crujía de corredor de bóveda en doble escuadra,, sala, dos recamaras, comedor, cocina, azotehuela y común.
El régimen de propiedad del inmueble sigue siendo privado y sus últimos poseedores, la familia Yano Breton, quienes la han rescatado y restaurado adecuadamente la devolverle el esplendor que en otros tiempos y otras épocas le fue característico.
Casa que se encuentra ubicada en 9 poniente No.104
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