Fue un incendio ocurrido en 1796, el que acabó con varios cajones (locales) del mercado de la Plaza Mayor, situados junto al portal de las Flores, frente al sagrario, lo que decidió al intendente Flón, imitando el ejemplo dado por el virrey Revillagigedo (1789-1794) en México, a desembarazar la Plaza Mayor del mercado y desalojar a los comerciantes que a diario producían enormes cantidades de basura dando mal aspecto del lugar y generando graves problemas de sanidad y limpieza.
La construcción del Parián se inició en 1801, estando la traza de nuevo mercado y su ejecución a cargo de don Antonio Ignacio de Santa María Inchaurregui, insigne maestro en arquitectura y miembro en tercera generación de una familia de grandes arquitectos poblanos, a quien se le atribuye también la edificación de la célebre Casa de Alfeñique, que alberga hoy al Museo de Arte del Estado.
Trasladar a los vendedores de la Plaza Mayor al Parián fue una ardua y difícil tarea que se logró hasta el año de 1854, después de vencer la mucha resistencia que éstos opusieron por temor a disminuir sus ventas por a "gran distancia que había entre el nuevo mercado y el zócalo de la ciudad".
La superficie territorial del Parián abarca dos calles, de la 2 a la 4 oriente, a la altura de la 6 Norte y consiste en dos hileras de pequeños locales por ambos lados, construidos en su Mayor parte con ladrillo en combinación con el azulejo muy al estilo del llamado "barroco poblano" creado en el siglo XVIII por la familia Santa María. El lugar es visita obligada del turista nacional y extranjero, los que acuden en busca de piezas únicas de cerámica vidriada (talavera), vidrio soplado, madera, ónix, latón o papel maché, miniaturas, bordados, popotillos, ropa típica confeccionada o mano, dulces, bebidas y ricos platillos de la excelente gastronomía poblana.
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