miércoles, 23 de noviembre de 2016

EL PARIÁN

El mercado de artesanías conocido como el Parián-el más popular y típico de la ciudad de Puebla- surgió como una respuesta de la ciudad ante la necesidad de desalojar del zócalo a los "mesilleros y tenderetes" que tenían sus puestos fijos en ese lugar desde el año de 1714. Estos cajones de ropa y baratilleros pasaron a ocupar los locales que en la antigua Plaza de San Roque mandó levantar don Manuel de Flón y Tejada, conde de la Cadena, hombre ilustrado que fungió como gobernador de Puebla a quien tocó implementar el régimen de intendencias e iniciar el mejoramiento urbano de la ciudad capítal con obras de empedrado, embanquetado y alumbrado que en embellecieron y modernizaron. De igual forma impulsó a creación del Jardín Botánico que se ubicaba junto al convento de Santa Rosa.
Fue un incendio ocurrido en 1796, el que acabó con varios cajones (locales) del mercado de la Plaza Mayor, situados junto al portal de las Flores, frente al sagrario, lo que decidió al intendente Flón, imitando el ejemplo dado por el virrey Revillagigedo (1789-1794) en México, a desembarazar la Plaza Mayor del mercado y desalojar a los comerciantes que a diario producían enormes cantidades de basura dando mal aspecto del lugar y generando graves problemas de sanidad y limpieza.
La construcción del Parián se inició en 1801, estando la traza de nuevo mercado y su ejecución a cargo de don Antonio Ignacio de Santa María Inchaurregui, insigne maestro en arquitectura y miembro en tercera generación de una familia de grandes arquitectos poblanos, a quien se le atribuye también la edificación de la célebre Casa de Alfeñique, que alberga hoy al Museo de Arte del Estado.
Trasladar a los vendedores de la Plaza Mayor al Parián fue una ardua y difícil tarea que se logró hasta el año de 1854, después de vencer la mucha resistencia que éstos opusieron por temor a disminuir sus ventas por a "gran distancia que había entre el nuevo mercado y el zócalo de la ciudad".
La superficie territorial del Parián abarca dos calles, de la 2 a la 4 oriente, a la altura de la 6 Norte y consiste en dos hileras de pequeños locales por ambos lados, construidos en su Mayor parte con ladrillo en combinación con el azulejo muy al estilo del llamado "barroco poblano" creado en el siglo XVIII por la familia Santa María. El lugar es visita obligada del turista nacional y extranjero, los que acuden en busca de piezas únicas de cerámica vidriada (talavera), vidrio soplado, madera, ónix, latón o papel maché, miniaturas, bordados, popotillos, ropa típica confeccionada o mano, dulces, bebidas y ricos platillos de la excelente gastronomía poblana.

 

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